Tipos de celos en una comunidad universitaria

DOI: https://doi.org/10.22201/fesc.20072236e.2014.5.8.3

Types of jealousy in a university community

Edwin Jesús Monroy Hernández. Pste. Lic. Psicología UAEM-Zumpango

edwin_dwe@hotmail.com

Reyna Amador Velázquez. Profa. UAEM-Zumpango

amadoreyna@gmail.com

Claudia Rodríguez García. Profa. UAEM-Zumpango

klauskaren18@hotmail.com

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Resumen:

 

La presente investigación identifica el tipo de celos existentes en las relaciones de pareja de los estudiantes del Centro Universitario UAEM Zumpango de la Universidad Autónoma del Estado de México, mediante la aplicación del instrumento CRS2 a 200 estudiantes. Los hallazgos muestran que el 35% de la población presenta celos sospechosos, es decir la conducta que manifiestan está basada en situaciones irracionales y pueden ser parte de una enfermedad mental a futuro; por lo que el 65% de la población se ubica en los celos reactivos, derivados de un hecho real. Estos datos son importantes, ya que contribuyen a pronosticar problemáticas como violencia en el noviazgo y “paranoia” celotípica.

Palabras clave: Celos, Pareja, Jóvenes, Estudiantes, Universidad

 

Abstract

 

The present study aimed to identify the type of jealousy existing partner relationships students Zumpango UAEM University Center of the Autonomous University of the State of Mexico. This was applied to 200 students CRS2 instrument. The findings show that 35 % of the population has jealousy suspects, ie express behavior that are based on irrational situations and may be part of a future mental illness, 65 % of the population lives in jealousy reagents. These data are important, as this can predict problems such as dating violence and paranoia celotípica.

 

Keywords: Jealousy, Family, Youth, College, Students

 

Introducción

 

La juventud es una etapa de la vida comprendida entre los 15 y 29 años de edad, en esta hay mayor capacidad física, decisiones cruciales como las de vivir en pareja, tener o no tener hijos y planear cuándo tenerlos, encontrar el primer trabajo, salir de casa de los padres, seguir estudiando, etcétera. Todo lo anterior ayuda a determinar la calidad de vida; por lo que tomar una decisión correcta permitirá vivir con mayor armonía, ejemplo de tales decisiones es la elección de pareja.

 

Una persona con tendencia celotípica suele generar violencia en el noviazgo o violencia intrafamiliar. Cabe señalar que esta violencia intrafamiliar no tiene su origen en el momento en que se contrae matrimonio o que se inicia la vida conyugal; sino que tiene un antecedente inmediato como lo es la elección de pareja.

 

De acuerdo a las investigaciones realizadas por Canto, García & Gómez (2001, 2009), Carrera & García (1996), Costa y da Silva (2008), Granados (2003), López (2010), Perles, San Martín, Canto & Moreno (2011), Retana & Sánchez (2008) y Sánchez (2009), se encontró que a pesar de que existe información de los celos, la mayoría de esta se centra en lo patológico y deja de lado los celos “normales”; existe un número limitado de tests, los que aparecen vía electrónica, no están validados y evalúan generalmente los celos patológicos, por lo tanto fue elaborado un instrumento que evalúa los dos tipos de celos; ya que el fin de esta investigación es identificar el tipo de celos con mayor incidencia en las relaciones de pareja.

 

Conceptualmente se dice que “los celos son un estado emotivo determinado por el temor, fundado e infundado de perder a la persona amada en el momento en el que ésta revela afecto hacia otra persona” (Galimberti, 2002, p. 179). Pines en 1998 (citado en Canto, García & Gómez, 2009, p. 40) define los celos como una “respuesta a lo que se percibe como una amenaza que se cierne sobre una relación considerada valiosa o sobre su calidad.” Así mismo Neu en 1980 (citado en Sánchez, 2009. p. 9 y 10) señala que los celos románticos “surgen respecto de lo que siente poseer o haber poseído y se teme perder; siempre existe un rival, real o imaginario”. De igual manera “son una respuesta anticipatoria ante la posibilidad de pérdida, que envuelve una relación valorizada y posee como función proteger la relación de esta posibilidad” (Costa y da Silva, 2008. p. 142). Retana & Sánchez (2008) explican que “los celos pueden ser una respuesta de malestar innata que surge ante la amenaza de la pérdida de una relación valiosa como consecuencia de la existencia de una tercera persona”.

 

En suma, los celos implican un estado emocional que surge como respuesta al miedo de perder a la persona con valor sentimental dentro de una relación, al sentirse vulnerable quien expresa ese comportamiento por la acción o presencia de una tercera persona, real o imaginaria.

 

Existen algunas clasificaciones de los celos: los celos competitivos o normales, los celos proyectivos y los celos delirantes (Galimberti, 2002); celos normales y celos patológicos (Lazarus & Lazarus 2000); celos paranoicos delirantes (Cameron, 2009); celos justificados y celos no justificados (Branden, 2005); celos sexuales (Byrne, 2001). Esta investigación retoma a Retana y Sánchez (2008), quienes mencionan dos tipos de celos: celos reactivos, que son cuando las personas se ponen celosas en respuesta a una verdadera amenaza a su relación y celos sospechosos, cuando un miembro de la pareja no ha violado ninguna regla dentro de la relación y las sospechas del otro miembro no coinciden con los hechos.

 

Las características de celos reactivos son que estos celos han sido creados por alguien deliberadamente para provocar, supuestamente, un mayor apego de su pareja a la relación; aparecen en personas sin problemas o sin trastornos de salud mental, surgen como una reacción que puede mostrar cualquiera ante ciertas situaciones reales, en ocasiones se componen de tristeza causada por la sensación de perder al ser amado. También expresan sentimiento de abandono, de haber sido traicionado, sensación de pérdida, egoísmo, enojo, racionalización, búsqueda de protección, envidia del rival, hostilidad y miedo a perder a la pareja.

 

Los celos sospechosos son caracterizados por: sospechas, sin base suficiente, de que los demás se van a aprovechar, le harán daño o lo van a engañar; quien los experimenta presenta ansiedad, ira, inseguridad, obsesión y egocentrismo; alteran la realidad, inventan hechos para justificar lo que ellos sienten, conllevan una proyección que deviene en violación de los derechos de propiedad sobre la pareja o sobre la exclusividad de alguna de sus conductas y agresividad. Tal comportamiento podría estar considerado dentro de las características del Trastorno delirante (tipo celotípico) en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV).

Resulta congruente suponer que toda persona con celos sospechosos generará una relación de pareja violenta y que a futuro deviene en una relación conyugal con las mismas características, además de otro tipo de patrones de comportamiento aún más violentos que los experimentados en la fase de noviazgo. Esta situación podría ser, a futuro, un factor determinante en la desintegración del núcleo familiar, o bien del empoderamiento o perpetuación de este modelo de conducta.

 

Determinar un diagnóstico que incluye los elementos descritos hace necesario intervenir en la modificación de esas pautas de comportamiento celotípico y violento, en las personas en edad de contraer matrimonio como lo son los jóvenes universitarios, por lo que surgen las siguientes interrogantes:

 

¿Existen manifestaciones de celos en los estudiantes del Centro Universitario UAEM Zumpango?,

¿Qué tipo de celos presentan los estudiantes del Centro Universitario UAEM Zumpango?

Para dar respuesta a las interrogantes se proponen los Objetivos:

  • Diagnosticar qué tipo de celos prevalecen en la población universitaria.
  • Describir cuáles son las manifestaciones de ese tipo de celos.

 

Método

La investigación es de carácter cuantitativo, de tipo descriptivo ya que se especifican las características y propiedades de la celotipia.

Población: Conformada por 200 jóvenes estudiantes, de entre 18 y 23 años de edad de la Universidad Autónoma del Estado de México, Centro Universitario Zumpango.

Muestreo: Fue de manera aleatoria simple, donde cualquier estudiante de los once programas educativos del Centro Universitario pudo haber sido elegido.

Instrumento: Para dicha investigación se utilizó el instrumento CRS2: Celos Reactivos o Sospechosos, cada apartado se compone de 52 preguntas, el cual se responde pidiendo al sujeto que marque con una “x” la opción con la que más se identifique de acuerdo con la escala de Likert:

 

1.          Totalmente en desacuerdo

2.          Desacuerdo

3.          Indiferente

4.          De acuerdo

5.          Totalmente de acuerdo

 

Tabla 1. Componentes de los celos reactivos

 

Tristeza

Autoestima

Llanto

Hostilidad

Envidia

Miedo

Egoísmo

Racionalidad

Búsqueda De Protección

Enemistad

Enojo

Antecedentes de la relación

Fuente: elaboración propia.

 

Tristeza es un estado anímico o afectivo, donde la persona siente abatimiento, deseos de llorar, expresado o no, y baja su autoestima, este constructo fue medido por las preguntas 11, 24, 37, 50.

 

Autoestima es la autovaloración de uno mismo, de la propia personalidad, de las actitudes y de las habilidades, que son los aspectos que constituyen la base de la identidad personal; se medirá mediante las preguntas 1, 14, 40, 27.

 

Llanto, es definido como la expresión de una queja por una pena o una necesidad, generalmente para despertar compasión o conseguir un fin. Las preguntas que evalúan el área son 4, 17, 30, 43.

 

Hostilidad, sentimiento de aversión manifiesto u oculto hacia el prójimo que puede expresarse en formas deliberadas o impulsivas por motivos de antagonismo, prejuicio o enemistad; medido mediante las preguntas 8, 21, 34, 47.

 

Envidia, manifestada con sentimientos de hostilidad y rencor hacia quien posee algo que el sujeto desea, pero que no posee; identificado con las preguntas 6, 19, 32, 45.

 

Miedo a la pérdida, es la emoción primaria de defensa provocada por una situación de peligro que puede ser real, anticipada por la prohibición, evocada por el recuerdo o producida por la fantasía; ponderado en las preguntas 9, 22, 35, 48.

 

Egoísmo, limita todos los fines hacia sí mismo y no ve nada útil más allá de lo que a él favorece; es considerado con las preguntas 10, 23, 36, 49.

 

Racionalización, procedimientos con los que un sujeto trata de dar una explicación de un sentimiento, acción, conducta, ritual o síntoma cuyos motivos profundos no se desean descubrir; medida con las preguntas 3, 16, 29, 42.

 

Búsqueda de protección, es un cuidado preventivo ante un eventual riesgo o problema; determinada con las preguntas 5, 18, 31, 44.

 

Enemistad, entendida como los sentimientos de rechazo y aversión hacia quien se cree mejor o superior que la persona. Las preguntas que lo evalúan son 12, 25, 38, 51.

 

Enojo, sentimiento de ira que una persona experimenta cuando se siente contrariada o perjudicada por otra o por una cosa; estimado con las preguntas 2, 15, 28, 41.

 

Los antecedentes y contexto son circunstancias anteriores que sirven para juzgar hechos posteriores; determinados con las preguntas 7, 20, 33, 46.

Las preguntas antes mencionadas incluyen las características que son tomadas en cuenta para que los celos puedan clasificarse dentro de celos reactivos.

 

Celos sospechosos, son determinados a partir de identificar la irracionalidad, término con el que es calificado todo aquello que difiere de la razón (9, 22, 35, 48).

 

Ansiedad, designa el estado emotivo de la existencia humana que no es una realidad, sino una posibilidad en el sentido de que el hombre se convierte en lo que es, basándose en las selecciones que efectúa y en las posibilidades que realiza; medida con las preguntas 3, 16, 29, 42.

 

Ira, es un estado emotivo-afectivo caracterizado por una creciente excitación que se manifiesta de modo verbal y/o motor y que puede culminar en comportamientos agresivos y destructivos de objetos, personas e incluso del individuo mismo; evaluada con las preguntas 2, 15, 28, 41.

 

Inseguridad, dificultad para escoger entre diferentes opciones para conseguir un objetivo determinado. Así como, la duda constante ante si lo que hemos hecho o dicho, nosotros mismos u otras personas, es acertado o no; detectada con las preguntas 1, 14, 27, 40.

 

Obsesión, describe la condición de quien está obstaculizado por la necesidad irreprimible de cumplir determinados actos o de abstenerse de otros, o está obligado a ocuparse de pensamientos o ideas particulares que no es posible evitar, repitiendo indefinidamente dicha obligación; identificada con las preguntas 4, 17, 30, 43.

 

Delirios, ideas o conjunto de ideas que aún sin tener correspondencia alguna con los datos de la realidad no ceden a los argumentos de la discusión ni a los sentimientos de la experiencia; detectados con las preguntas 10, 23, 36, 49.

 

Proyección, mecanismo de defensa inconsciente con el que el sujeto reacciona ante excitaciones desagradables de las que no puede escapar, negándolas como propias y atribuyéndolas a cosas o a personas; manifiesta en las preguntas 6, 19, 32, 45.

 

Agresividad, comportamiento del hombre orientado hacia metas destructivas u objetivos que requieren la superación más o menos violenta de obstáculos; diagnosticada con las preguntas 7, 20, 33, 46.

 

Venganza, respuesta de ofensa o daño recibido por otro; medida con las preguntas 12, 25, 38, 51.

 

Egocentrismo, tendencia a ponerse uno mismo en el centro de todo acontecimiento. Identificado con las preguntas 5, 18, 31, 44;

 

Violación de propiedad sobre la pareja o sobre la exclusividad de alguna de sus conductas; determinados con las preguntas 11, 24, 37, 50; y

 

Violación de privacidad al no respetar objetos personales de la pareja; revelada con las preguntas 8, 21, 34, 47.

 

Procedimiento

Elaboración y validación del instrumento CRS2, gestión de los permisos para la aplicación de la herramienta en los diferentes grupos; cada instrumento contenía el consentimiento informado.

Conseguido lo anterior, continuó la aplicación del CRS2; la confidencialidad de los datos proporcionados fue permanente. Sabedores de lo importante y delicado del tema de los celos, se tomaron consideraciones para no incurrir en el morbo hacia los resultados de cualquier participante.

 

Resultados

 

Fueron utilizados los programas Excel y SPSS 19 para el manejo de los datos y la elaboración de las gráficas. Por lo tanto, considerando los objetivos y la pregunta de investigación son descritos los hallazgos:

 

En cuanto al cuestionamiento principal ¿Qué tipo de celos prevalecen en los jóvenes universitarios respecto a sus parejas?

 

En el 35 % de la población prevalecen los celos sospechosos, lo que lleva a deducir que de la población de 11 licenciaturas y aproximadamente 3200 alumnos, más de mil los padecen. Por lo que estos datos son muy importantes, ya que con ello se deja ver que una tercera parte de la población nacional y no sólo universitaria tiene probabilidad de a futuro padecer violencia en las relaciones interpersonales y de pareja (gráfica 1).

 

Gráfica 1. Prevalencia del tipo de Celos

gráfica 1

Fuente: elaboración propia.

 

Esta conducta celotípica es manifestada por diferentes indicadores: en primer instancia con un 96%, aparece la obsesión, es decir, no pueden evitar pensamientos o ideas particulares tales como, siempre tener que estar junto a su pareja o querer estar siempre en la mente de ella; así mismo, con un 89% la ansiedad, pues los estudiantes a menudo se desesperan cuando sus parejas no llegan a la hora acordada, de igual forma sufren de incertidumbre al no saber dónde están sus parejas (gráfica 2).

 

Gráfica 2. Indicadores de Celos Sospechosos

 gráfica 2

 Fuente: elaboración propia.

 

También con 89%, la conducta celotípica está presente por medio de enfados cuando las parejas de los estudiantes no hacen lo que les piden o cuando hablan con otras personas. Existe 88% la tendencia a que los universitarios crean ser el centro de toda la relación, es decir, no toman en cuenta las opiniones o gustos del otro, sin embargo, es de esperarse que existan sentimientos de inseguridad, ya que el 87% de los universitarios tienen la duda constante de si lo que hacen o dicen sus parejas es verdad.

 

La violación de la privacidad es algo también muy frecuente, pues el 85% de ellos muestran conductas como estar casi día y noche en la casa de su pareja o al decidir por ella en algunas situaciones. La proyección, con 75%, está presente cuando de manera inconsciente los estudiantes niegan algunas situaciones y las adjudican a sus parejas, suponen que son a ellas a quienes les atraen otras personas. Así mismo se da la violación de la propiedad, pues cerca del 74% de los estudiantes revisan el celular de sus parejas o cuentan con las contraseñas de sus cuentas de Facebook, Messenger o twitter, además de que conservan los objetos valiosos aunque el (ella) no quiera.

 

Los estudiantes, en 72% de los casos expresaron irracionalidad, pues creen cosas diferentes a las que en verdad son, como que sus parejas les son infieles. Por lo que todo este tipo de pensamientos los lleva a presentar conductas agresivas, ya que el 70% utiliza comportamientos destructivos y violentos para solucionar conflictos entre pareja. Ya en menor grado, pero no menos importante se presentan, en el 67% de los estudiantes, ideas que aún sin corresponder a la realidad no ceden ante los argumentos, esto es bien conocido como delirios. Finalmente, pero con un 58% de presencia, los estudiantes tienden a vengarse, es decir, responder con una ofensa o daño por otro recibido de sus parejas, es decir, castigan a sus parejas cuando hacen algo que les desagrada.

 

Conclusiones

 

Los resultados ponen en evidencia la aparición de celos sospechosos en una tercera parte de la población, lo cual es alarmante pues de acuerdo a la teoría del aprendizaje social,  una persona insegura difícilmente cambia su comportamiento, ejemplo de ello son los dichos populares como genio y figura hasta la sepultura. Es relevante mencionar que la sociedad refuerza conductas inadecuadas a través de los medios de comunicación donde la infidelidad se da como un suceso natural, que al ser visualizado por los sujetos celotípicos, se refuerza su desconfianza y “sospechosismo”; por lo que es importante trabajar con esta población en situaciones vinculadas a la autoestima y el sano establecimiento de las relaciones de pareja, para a futuro evitar situaciones de violencia en la pareja y en el ámbito intrafamiliar. Es importante aclarar que la persona con celos sospechosos busca afanosamente comprobar que su pareja le es infiel, pero no necesita evidencia física y objetiva,  basta con lo que lo imagine. Dentro de las necesidades de la persona se encuentra sentir que tiene razón y busca constantemente comprobar a sí mismo que  él (ella) tiene razón de lo que siente y piensa.

 

Aunque los celos son normales durante el periodo de relación de pareja (Retana & Sánchez 2008), es necesario diferenciar la inseguridad ocasionada por un evento real, de la de uno irreal, para lo cual es necesario el apoyo psicológico. Es de enfatizar que una relación de pareja puede motivar y satisfacer muchas necesidades como dar seguridad y compañía, además de brindar un apoyo para lograr metas y deseos; sin embargo, el hecho de que una relación dure mucho tiempo no garantiza el éxito, pues dos personas pueden estar juntas año tras año y aun así sentirse solas y perdidas.

 

Las relaciones de pareja requieren interés, comunicación, respeto, aceptación mutua, ganas de amar y dejarse amar por el otro, por lo que en todo momento las personas deben pensar en sí y con visión de pareja, pero siempre: respetar la individualidad. Establecer comunicación abierta, franca y honesta. Ser flexible acorde a las circunstancias. Empatizar para comprender el proceder del otro. Ser tolerante ante situaciones conflictivas. Buscar establecer una convivencia con calidad más que cantidad. Elegir con prudencia los momentos oportunos para hablar y de manera personal tener confianza en sí mismo y en su pareja.

 

Referencias

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Author: RUDICS

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